Estudio: Las pruebas de detección permiten diagnosticar el cáncer de páncreas en etapas iniciales y mejorar la supervivencia

Resumen

Un estudio de investigación demostró que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas con una mutación hereditaria o antecedentes familiares permiten diagnosticar la enfermedad en etapas iniciales y mejorar la supervivencia. Es muy probable que con base en estos resultados se modifiquen las directrices de las pruebas de detección de cáncer de páncreas para las personas con un alto riesgo de padecer esta enfermedad. (Publicado el 30/8/22)

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Las pruebas de detección permiten diagnosticar el cáncer de páncreas en etapas iniciales y mejorar la supervivencia

Relevancia

Este artículo es de mayor interés para: Personas con un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas debido a antecedentes familiares o una mutación hereditaria.. También es de interés para:

  • Previvientes
  • Personas con una mutación genética relacionada con el riesgo de padecer cáncer
  • Personas con antecedentes familiares de cáncer

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Validez científica: Alta

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Detalles de calificación de relevancia


RESUMEN SOBRE EL ESTUDIO
¿De qué se trata el estudio?

El programa de Pruebas de detección de cáncer de páncreas (CAPS), que inició en 1998, es un estudio que está en curso y analiza si las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas con alto riesgo (que tienen una mutación hereditaria o antecedentes familiares) permiten diagnosticar el cáncer de páncreas en etapas iniciales, cuando la enfermedad es más tratable. Este estudio, que sigue recibiendo pacientes, presentó los resultados para la mayoría de los grupos más recientes de participantes. Además, este estudio actualizó los resultados de supervivencia de las personas que participaron en los estudios CAPS anteriores.

¿Por qué es importante este estudio?

Los especialistas predicen que para el 2026 el cáncer de páncreas será el segundo tipo de cáncer que causé más muertes en los Estados Unidos. La supervivencia de 5 años para las personas diagnosticadas con cáncer de páncreas es baja, hecho que se debe en parte a que la enfermedad se diagnostica en etapas avanzadas.

El adenocarcinoma ductal pancreático es el tipo de cáncer de páncreas más común. Es poco común que se detecte en una etapa cuando la enfermedad es tratable, ya que por lo general las personas presentan síntomas únicamente cuando la enfermedad está avanzada. Se han realizado pocos estudios para entender cómo las pruebas de detección de cáncer de páncreas afectan el diagnóstico y los resultados de supervivencia en personas con alto riesgo de padecer la enfermedad. Los estudios limitados que se han realizado han dado resultados prometedores.

Este estudio confirma los resultados de estudios anteriores que muestran que las pruebas de detección permiten diagnosticar la enfermedad en etapas iniciales y aumentan la supervivencia. Es muy probable que estos resultados sirvan de base para modificar las directrices de las pruebas de detección de cáncer de páncreas para las personas con un alto riesgo. La Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal (ASGE, por sus siglas en inglés) publicó una nueva directriz a principios de 2022 que recomienda que las personas con alto riesgo se realicen pruebas de detección de cáncer de páncreas, porque estas pruebas se asocian con la detección temprana de la enfermedad, mejores resultados de supervivencia y menos eventos adversos.

Pruebas de detección de cáncer de páncreas en cohortes del estudio CAPS

En el estudio CAPS participaron 1,461 personas con un alto riesgo de padecer cáncer de páncreas. Los y las participantes con alto riesgo incluyeron personas con mutaciones hereditarias en los genes BRCA1, BRCA2, ATM, PALB2, STK11, CDNK2A y en un gen asociado con el síndrome de Lynch (MLH1, MSH2, MSH6, PMS2 o EPCAM).  Es importante tener en cuenta que aparte de los y las participantes con mutaciones hereditarias en los genes CDNK2A y STK11, todos los portadores de genes tienen antecedentes familiares de padecer el tipo de cáncer de páncreas conocido como adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC, por sus siglas en inglés) en al menos un familiar de primer grado (padre, madre, hermano, hermana, hijo o hija) y en un familiar de segundo grado (tía, tío, abuela, abuelo, nieta, nieto, sobrina o sobrino).

Las personas que participaron en los estudios CAPS se sometían a estudios por imágenes del páncreas cada año, ya sea ultrasonido endoscópico (EUS, por sus siglas en inglés), resonancia magnética (RM) o colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM). El ultrasonido endoscópico (EUS) implica usar un endoscopio, que es un instrumento similar a un tubo que tiene luz y una cámara para ver dentro del cuerpo y al que se le conecta una sonda de ultrasonido, que se inserta por la boca y que baja por el esófago hacia el estómago. Esto permite que los médicos observen de cerca el páncreas. El EUS se realiza como un procedimiento ambulatorio con una ligera anestesia.

Los participantes también se sometieron a un tipo de resonancia magnética que se conoce como colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) cada dos años. La CPRM es un tipo especial de resonancia magnética que ayuda a observar el hígado, vesícula biliar, páncreas y sus conductos.

También se puede utilizar otro tipo de prueba de detección, que no se utiliza en este estudio, llamada colangiopancreatografía retrógrada endoscópica o CPRE. Durante la CPRE, el endoscopio se inserta por la boca y se dirige hacia abajo a la primera parte del intestino delgado. Después en el endoscopio se inserta un tubo más pequeño (catéter) que se dirige a los conductos biliares y pancreáticos. A través del catéter en los conductos se inyecta un medio de contraste (tinte) y así se obtienen las imágenes.

Cada año, los participantes donan una muestra de sangre que los investigadores utilizan para ayudar a desarrollar nuevas pruebas basadas en análisis de sangre para la detección temprana del cáncer de páncreas.

Resultados del estudio

Durante el estudio, nueve de 1,461 participantes recibieron el diagnóstico de cáncer de páncreas a partir de una prueba de detección. Siete de las nueve personas diagnosticadas (78 %) tenían cáncer de páncreas en etapa I. Los especialistas calculan que sin las pruebas de detección, únicamente se diagnosticarían el 5 % de los casos de cáncer de páncreas en etapa I. Este resultado permite suponer que las pruebas de detección en personas de alto riesgo pueden mejorar de forma importante el diagnóstico temprano de la enfermedad.

De las nueve personas que fueron diagnosticadas con cáncer de páncreas:

  • Cinco tenían antecedentes familiares de cáncer de páncreas pero no tenían una mutación hereditaria conocida, lo que resalta la importancia de tomar más en cuenta los antecedentes familiares que los resultados de las pruebas genéticas al momento de tomar decisiones sobre las pruebas de detección para personas con alto riesgo de padecer cáncer de páncreas.
  • Tres participantes tenían una mutación hereditaria y antecedentes familiares de cáncer de páncreas.
  • Una persona tenía una mutación hereditaria sin antecedentes familiares.

A la fecha, en los cinco estudios CAPS (1 al 5) (incluyendo el presente), 26 de las 1,731 personas con alto riesgo fueron diagnosticadas con cáncer de páncreas. Los tipos de cáncer presentes en 19 de las 26 personas se diagnosticaron por pruebas de detección. Más de la mitad (58 %) de las personas cuyos cánceres se diagnosticaron durante las pruebas de detección eran cáncer en etapa I.

Las personas que participaron y cuyo cáncer se diagnóstico por medio de pruebas de detección presentaron resultados de supervivencia de mayor duración en comparación con aquellas personas cuyo cáncer se diagnosticó con base en síntomas preocupantes más que en pruebas de detección. Las personas diagnosticadas con cáncer de páncreas durante las pruebas de detección presentaron una supervivencia promedio de casi 10 años, en tanto que las personas diagnosticadas con otros medios diferentes a las pruebas de detección presentaron una supervivencia promedio de 1.5 años.

¿Qué significa esto para mí?

Si usted tiene antecedentes familiares de cáncer de páncreas o una mutación hereditaria que aumenta su riesgo de padecer cáncer, se puede beneficiar de las pruebas de detección de cáncer de páncreas. Las pruebas de detección anuales por medio de resonancia magnética o ultrasonido endoscópico pueden detectar la enfermedad en etapa precancerosa o temprana, cuando la enfermedad es más tratable.

Si usted no sabe si tiene una mutación hereditaria, las pruebas genéticas pueden ayudarle a decidir si las pruebas de detección de cáncer de páncreas son la mejor opción en su caso. Puede consultar más información en la página de FORCE en la sección de directrices para las pruebas de detección de cáncer de páncreas.

La decisión de a qué edad iniciar las pruebas de detección depende de sus antecedentes familiares y del tipo de mutación hereditaria que tiene. Consulte con su médico o con un asesor genético sobre su riesgo de padecer cáncer de páncreas y otros tipos de cáncer con base en sus antecedentes personales y familiares.

Referencias

Dbouk M, Katona BW, Brand RE, y cols., The multicenter Cancer of Pancreas Screening study: impact on stage and survival. Journal of Clinical Oncology; 2022; JCO-22. Publicado en línea el 15 de junio de 2022.
Johns Hopkins Medicine Department of Pathology. Cancer of the Pancreas Screening Study. Acceso: 1 de agosto de 2022.

Sawhney MS, Calderwood AH, Thosani NC, y cols., ASGE guideline on screening for pancreatic cancer in individuals with genetic susceptibility: summary and recommendations. Gastrointestinal Endoscopy; 2022; 95, no. 5: 817–826. Publicado en línea el 16 de febrero de 2022. DOI: 10.1016/j.gie.2021.12.001.

Declaración de divulgación: FORCE recibe financiamiento de patrocinadores de la industria, que incluyen a empresas que producen medicamentos, pruebas y dispositivos contra el cáncer. Todos los artículos de XRAY se redactan de manera imparcial respecto a cualquier patrocinador y se someten a revisión por parte de los miembros de nuestro Consejo asesor científico antes de su publicación con el fin de garantizar la integridad científica.

Publicada el 8/30/22

Preguntas que debe plantear a su médico
Preguntas que debe plantear a su médico

  • Tomando en cuenta mi mutación hereditaria o antecedentes familiares, ¿tengo un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas?
  • ¿En dónde puedo encontrar una clínica que tenga experiencia en realizar pruebas de detección de cáncer de páncreas?
  • ¿A qué edad debería comenzar a realizarme las pruebas de detección de cáncer de páncreas?
  • ¿Cuáles son los riesgos y beneficios de las pruebas de detección de cáncer de páncreas?
  • ¿Mi plan de salud cubre los costos de las pruebas de detección de cáncer de páncreas?
  • ¿Califico para participar en estudios clínicos de pruebas de detección de cáncer de páncreas?

Directrices
Directrices

Directrices de la Red nacional integral del cáncer (NCCN)

La NCCN recomienda las siguientes pruebas de detección para las personas con mayor riesgo de cáncer de páncreas: 

  • Consultar con su médico los beneficios y los riesgos de las pruebas de detección. Las pruebas deben realizarse en un centro con experiencia en pruebas de detección de cáncer de páncreas. La edad recomendada para considerar realizarse una prueba de detección depende de los antecedentes familiares de cáncer de páncreas y varía según el tipo de mutación genética.
    • Considerar realizarse una colangiopancreatografía (endoscopia de la parte superior del aparato digestivo) por resonancia magnética (CPRM) o un ultrasonido endoscópico (EUS, por sus siglas en inglés).
    • Considerar la posibilidad de participar en un estudio de pruebas de detección de cáncer de páncreas.

La NCCN recomienda que las personas con mutaciones hereditarias en los siguientes genes (con o sin antecedentes familiares de cáncer) "deben considerar la prueba de detección de cáncer de páncreas" con CPRM o EUS:

  • STK11: (síndrome de Peutz-Jeghers): considerar realizarse una prueba de detección cáncer de páncreas mediante CPRM o EUS cada 1 o 2 años a partir de los 30 o 35 años de edad o 10 años antes de la edad en la que la persona más joven de la familia presentó cáncer de páncreas.
  • CDKN2A: considerar realizarse una prueba de detección de cáncer de páncreas a partir de los 40 años o 10 años antes de la edad en la que la persona más joven de la familia presentó cáncer de páncreas.

Las directrices de la NCCN recomiendan que las personas con una mutación hereditaria en uno de los genes que aparecen más abajo y con antecedentes familiares de cáncer "consideren realizarse pruebas de detección de cáncer de páncreas" con CPRM o EUS a partir de los 50 años de edad o 10 años antes de la edad en la que la persona más joven de la familia presentó cáncer de páncreas: ATM, BRCA1, BRCA2, MLH1, MSH2, MSH6, EPCAM, PALB2, TP53

En la actualidad, la NCCN no recomienda que las pruebas de detección se las realicen las personas con mutaciones en los genes mencionados antes que no tienen antecedentes familiares de cáncer. 

Directrices de la Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal (ASGE)

En febrero de 2022, la ASGE publicó directrices actualizadas sobre las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas con una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2. Estas directrices recomendaban que:

  • Todos los pacientes con una mutación en el gen BRCA, independientemente de los antecedentes familiares de cáncer de páncreas, deben someterse a una prueba de detección anual de cáncer de páncreas mediante resonancia magnética (RM), CPRM o EUS, a partir de los 50 años o 10 años antes de la edad en la que la persona más joven de la familia presentó cáncer de páncreas.  

 

actualizado: 07/03/2022

ANÁLISIS DETALLADO DE LA INVESTIGACIÓN
Antecedentes del estudio

Algunas personas tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas a causa de una mutación hereditaria o de antecedentes familiares de la enfermedad. La manifestación del cáncer de páncreas en la población general es rara y se considera que las personas tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad si presentan un riesgo de por vida de 5 % o mayor. En la actualidad, no existen métodos de detección efectivos para diagnosticar el cáncer de páncreas en etapas iniciales. Como resultado, el cáncer de páncreas es uno de los tipos de cáncer más mortales en el mundo.

La Universidad Johns Hopkins inició los estudios de Pruebas de detección de cáncer de páncreas (CAPS) en 1998 para determinar “la eficacia de las pruebas de detección en el diagnóstico temprano de la enfermedad en personas con alto riesgo de padecer cáncer de páncreas” y para descubrir “nuevos biomarcadores para mejorar la detección temprana de la enfermedad”. Durante las dos décadas anteriores, el estudio CAPS y otros estudios han demostrado que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas con alto riesgo sin síntomas tienen el potencial de detectar la enfermedad en etapas iniciales y mejorar los resultados de supervivencia. El estudio CAPS (CAPS5) más reciente confirma y refuerza estos resultados.

Los investigadores del estudio querían saber

Los investigadores de este estudio querían evaluar los resultados (diagnóstico de cáncer y supervivencia) de las personas con alto riesgo de padecer la enfermedad que estaban en observación para cáncer de páncreas.

Poblaciones analizadas en este estudio

Se sabía que las personas que participaron en el estudio CAPS-5 tenían una mutación hereditaria que aumentaba su riesgo de padecer cáncer de páncreas (44 %: 643 de 1,461 participantes) o tenían marcados antecedentes familiares de padecer la enfermedad pero no tenían una mutación conocida (56 %: 818 de 1,461 participantes).

  • De las personas con mutaciones hereditarias:
    • 18.4 % (269) tenían una mutación en el gen BRCA2 y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 4.7 % (68) tenían una mutación en el gen BRCA1 y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 4.7 % (69) tenían una mutación en el gen CDKN2A, que se asocia con el síndrome de melanoma familiar con lunares atípicos múltiples (FAMMM, por sus siglas en inglés). Las personas con FAMMM tienen un mayor riesgo de por vida de desarrollar melanoma y cáncer de páncreas.
    • 4.0 % (58) tenían síndrome de Lynch y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 4.2 % (62) tenían una mutación en el gen PALB2 y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 6.4 % (93) tenían una mutación en el gen ATM y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 1.2 % (18) tenían una mutación en el gen STK11, que se asocia con el síndrome de Peutz-Jeghers.
    • 0.4 % (6) tenían más de una mutación hereditaria y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
  • De las personas que no tenían una mutación hereditaria conocida pero que sí tenían antecedentes familiares de cáncer de páncreas:
    • 23.7 % (346) tenían al menos dos o más familiares de primer grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 27.5 % (402) tenían un familiar de primer grado y uno o más familiares de segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 0.3 % (5) tenían un familiar de primer grado con cáncer de páncreas de inicio juvenil (a los 50 años de edad o antes).
    • 4.5 % (65) cumplieron con otros criterios, por lo que se les incluyó en el grupo de alto riesgo.
  • Datos demográficos de los participantes:
    • La edad promedio de las personas que participaron fue de 60.3 años.
    • 31.1 % tenían antecedentes personales de cáncer (principalmente cáncer de mama).
    • 32 % nunca habían fumado o habían dejado de fumar.
    • 3.9 % fumaban al momento del estudio.
    • 51.8 % consumían alcohol.
    • 9.8 % tenían antecedentes de diabetes (tipo 1 o 2).
    • 64.6 % eran mujeres.
    • 94.5 % eran de raza blanca.
    • 3.5 % eran de raza negra.
    • 1.3 % eran asiáticas.
    • 2.4 % eran hispanas o latinas.
    • 0.7 % se identificaban con otra raza u origen étnico o con varias.

Diseño del estudio

El estudio CAPS-5 es un estudio prospectivo con participantes de ocho centros médicos de los Estados Unidos. En 2014 se abrieron las inscripciones para las personas que cumplieran con los criterios de alto riesgo y edad. Los autores de este estudio presentaron informes sobre las personas que participaron hasta junio de 2021.

Las pruebas de detección consistieron en estudios por imágenes del páncreas cada año, realizados ya sea por medio de ultrasonido endoscópico (EUS) o resonancia magnética (RM) o colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM). Cada año, los participantes donan una muestra de sangre que se utiliza para fines de investigación.  Si el equipo de médicos observaba lesiones de importancia, los y las participantes estaban en observación más constante (cada 3 a 6 meses) para vigilar los cambios. Si el equipo sospechaba la presencia de cáncer o precáncer, los y las participantes se sometían a cirugía y su tratamiento se basaba en las recomendaciones actuales.

Además, el estudio incluyó a un grupo de personas con enfermedades pancreáticas y un grupo de personas sanas para hacer la comparación con las personas del grupo de alto riesgo. Las personas con enfermedades pancreáticas incluyeron a pacientes con cáncer de páncreas, quistes en el páncreas o pancreatitis (inflamación del páncreas) crónica. Las personas sanas eran pacientes con un páncreas sano que se sometieron a una endoscopia de la parte superior del aparato gastrointestinal (EGD, por sus siglas en inglés), colonoscopía de diagnóstico o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

Resultados del estudio

Estudio CAPS-5

Nueve participantes fueron diagnosticados con cáncer de páncreas detectado por medio de las pruebas de detección durante el estudio:

  • Siete tenían cáncer en etapa I:
    • 4 de 7 tenían antecedentes familiares de cáncer de páncreas sin una mutación hereditaria existente.
    • 2 de 7 tenían mutaciones hereditarias y antecedentes familiares de cáncer de páncreas (BRCA2, PALB2).
    • 1 de 7 tenía mutaciones hereditarias sin antecedentes familiares de cáncer de páncreas (CDKN2A).
  • Un participante tenía cáncer en etapa IIB:
    • Esta persona tenía antecedentes familiares de cáncer de páncreas sin una mutación hereditaria conocida.
  • Un participante tenía cáncer en etapa III:
    • Esta persona tenía una mutación hereditaria y antecedentes familiares de cáncer de páncreas (BRCA1).
  • Ocho tenían cáncer quirúrgicamente extirpable.
  • 7 de 9 participantes que fueron diagnosticados con cáncer de páncreas siguen con vida con una media de supervivencia de 3.84 años al momento en que se redactó este estudio.

Ocho participantes tuvieron cirugía por motivo de lesiones quísticas de importancia en el páncreas:

  • Tres tenían displasia de alto grado (precáncer con una probabilidad de convertirse en tumor canceroso).
  • Cinco tenían displasia de bajo grado (precáncer con una probabilidad baja de convertirse en tumor canceroso).

Una de las personas que había interrumpido la vigilancia presentó síntomas y cuatro años después recibió el diagnóstico de cáncer de páncreas en etapa IV.

Estudios CAPS1-5 combinados

Desde 1998, año en que inició el estudio, 26 participantes han sido diagnosticados con cáncer de páncreas.

  • 38.5 % tenían una mutación hereditaria conocida.
  • 19 tenían algún tipo de cáncer que fue diagnosticado por medio de pruebas de detección, de los cuales:
    • 57.9 % de etapa I.
    • 15.8 % de etapa II.
    • 21.1 % de etapa III.
    • 5.2 % de etapa IV.
  • Siete tenían algún tipo de cáncer que se diagnosticó fuera del periodo de vigilancia, de los cuales 85.7 % eran de etapa IV.
  • Los participantes con cáncer de páncreas diagnosticado por las pruebas de detección presentaban una supervivencia general de 5 años de 73.3 % (en comparación con el 5 y 10 % de participantes cuyo cáncer había sido diagnosticado fuera del periodo de vigilancia).

Fortalezas y limitaciones

Fortalezas

  • Este es un estudio clínico interdisciplinario de fase III,   realizado en varios centros clínicos, que lleva en progreso más de 20 años.
  • El estudio incluye a personas con diferentes mutaciones y antecedentes familiares asociados con un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas.

Limitaciones

  • El periodo de seguimiento de cohortes del estudio CAPS-5 fue corto (una mediana de 4 años), por lo que es difícil formar conclusiones sobre la supervivencia a largo plazo para este grupo. Se necesita un periodo de seguimiento más amplio para entender completamente los beneficios del ultrasonido endoscópico y de la vigilancia basada en RM en personas con alto riesgo y para evaluar la utilidad de las pruebas de biomarcadores en sangre en la detección temprana de la enfermedad.
  • Durante todo el programa CAPS, se diagnosticó una cantidad relativamente pequeña de casos de cáncer de páncreas (26). Este tamaño de muestra pequeño limita la confiabilidad de los resultados. Conforme más personas sean diagnosticadas con cáncer de páncreas por medio de pruebas de detección y reciban seguimiento a largo plazo, se tornarán más evidentes los patrones de las etapas en las que se realice el diagnóstico y los índices de supervivencia.
  • Las personas que participaron fueron en su mayoría de raza blanca (94.5 %), por lo que los resultados no se pueden generalizar para diferentes poblaciones.

Contexto

En años recientes, las pruebas de detección de cáncer de páncreas han demostrado resultados prometedores para diagnosticar la enfermedad en etapas iniciales, cuando es más tratable. Sin embargo, esa conclusión se basa en pocos estudios y en pocos casos de cáncer de páncreas debido a que este tipo de cáncer es relativamente raro aun en poblaciones de alto riesgo. Además, la mayoría de estos estudios no tienen aún resultados de seguimiento a largo plazo, lo que hace complicado predecir de qué forma las pruebas de detección afectan la supervivencia a largo plazo.

La evidencia actual de los estudios CAPS y de otros estudios permite suponer que las pruebas de detección pueden tener beneficios para las personas de alto riesgo y que los resultados del estudio más reciente probablemente sirvan de base para modificar las directrices de las pruebas de detección para esta población. La Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal (ASGE) publicó una nueva directriz a principios de 2022 que recomienda que las personas con alto riesgo de padecer esta enfermedad se realicen pruebas de detección de cáncer de páncreas. La ASGE fundamenta su directriz en estudios realizados en este campo que demostraron que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en grupos de alto riesgo se asociaron con el diagnóstico temprano de la enfermedad, mejores resultados de supervivencia y menos eventos adversos.

Conclusiones

Este estudio confirma que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas asintomáticas y con alto riesgo pueden resultar en la detección temprana de la enfermedad y mejores resultados de supervivencia. Los resultados pueden servir de base para modificar las directrices nacionales concernientes a las pruebas de detección para las poblaciones con alto riesgo desde “considerar una prueba de detección” a “se recomienda realizarse una prueba de detección”.

ANÁLISIS DETALLADO DE LA INVESTIGACIÓN
Antecedentes del estudio

Algunas personas tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas a causa de una mutación hereditaria o de antecedentes familiares de la enfermedad. La manifestación del cáncer de páncreas en la población general es rara y se considera que las personas tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad si presentan un riesgo de por vida de 5 % o mayor. En la actualidad, no existen métodos de detección efectivos para diagnosticar el cáncer de páncreas en etapas iniciales. Como resultado, el cáncer de páncreas es uno de los tipos de cáncer más mortales en el mundo.

La Universidad Johns Hopkins inició los estudios de Pruebas de detección de cáncer de páncreas (CAPS) en 1998 para determinar “la eficacia de las pruebas de detección en el diagnóstico temprano de la enfermedad en personas con alto riesgo de padecer cáncer de páncreas” y para descubrir “nuevos biomarcadores para mejorar la detección temprana de la enfermedad”. Durante las dos décadas anteriores, el estudio CAPS y otros estudios han demostrado que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas con alto riesgo sin síntomas tienen el potencial de detectar la enfermedad en etapas iniciales y mejorar los resultados de supervivencia. El estudio CAPS (CAPS5) más reciente confirma y refuerza estos resultados.

Los investigadores del estudio querían saber

Los investigadores de este estudio querían evaluar los resultados (diagnóstico de cáncer y supervivencia) de las personas con alto riesgo de padecer la enfermedad que estaban en observación para cáncer de páncreas.

Poblaciones analizadas en este estudio

Se sabía que las personas que participaron en el estudio CAPS-5 tenían una mutación hereditaria que aumentaba su riesgo de padecer cáncer de páncreas (44 %: 643 de 1,461 participantes) o tenían marcados antecedentes familiares de padecer la enfermedad pero no tenían una mutación conocida (56 %: 818 de 1,461 participantes).

  • De las personas con mutaciones hereditarias:
    • 18.4 % (269) tenían una mutación en el gen BRCA2 y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 4.7 % (68) tenían una mutación en el gen BRCA1 y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 4.7 % (69) tenían una mutación en el gen CDKN2A, que se asocia con el síndrome de melanoma familiar con lunares atípicos múltiples (FAMMM, por sus siglas en inglés). Las personas con FAMMM tienen un mayor riesgo de por vida de desarrollar melanoma y cáncer de páncreas.
    • 4.0 % (58) tenían síndrome de Lynch y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 4.2 % (62) tenían una mutación en el gen PALB2 y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 6.4 % (93) tenían una mutación en el gen ATM y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 1.2 % (18) tenían una mutación en el gen STK11, que se asocia con el síndrome de Peutz-Jeghers.
    • 0.4 % (6) tenían más de una mutación hereditaria y al menos un familiar de primero o segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
  • De las personas que no tenían una mutación hereditaria conocida pero que sí tenían antecedentes familiares de cáncer de páncreas:
    • 23.7 % (346) tenían al menos dos o más familiares de primer grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 27.5 % (402) tenían un familiar de primer grado y uno o más familiares de segundo grado con antecedentes de cáncer de páncreas.
    • 0.3 % (5) tenían un familiar de primer grado con cáncer de páncreas de inicio juvenil (a los 50 años de edad o antes).
    • 4.5 % (65) cumplieron con otros criterios, por lo que se les incluyó en el grupo de alto riesgo.
  • Datos demográficos de los participantes:
    • La edad promedio de las personas que participaron fue de 60.3 años.
    • 31.1 % tenían antecedentes personales de cáncer (principalmente cáncer de mama).
    • 32 % nunca habían fumado o habían dejado de fumar.
    • 3.9 % fumaban al momento del estudio.
    • 51.8 % consumían alcohol.
    • 9.8 % tenían antecedentes de diabetes (tipo 1 o 2).
    • 64.6 % eran mujeres.
    • 94.5 % eran de raza blanca.
    • 3.5 % eran de raza negra.
    • 1.3 % eran asiáticas.
    • 2.4 % eran hispanas o latinas.
    • 0.7 % se identificaban con otra raza u origen étnico o con varias.

Diseño del estudio

El estudio CAPS-5 es un estudio prospectivo con participantes de ocho centros médicos de los Estados Unidos. En 2014 se abrieron las inscripciones para las personas que cumplieran con los criterios de alto riesgo y edad. Los autores de este estudio presentaron informes sobre las personas que participaron hasta junio de 2021.

Las pruebas de detección consistieron en estudios por imágenes del páncreas cada año, realizados ya sea por medio de ultrasonido endoscópico (EUS) o resonancia magnética (RM) o colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM). Cada año, los participantes donan una muestra de sangre que se utiliza para fines de investigación.  Si el equipo de médicos observaba lesiones de importancia, los y las participantes estaban en observación más constante (cada 3 a 6 meses) para vigilar los cambios. Si el equipo sospechaba la presencia de cáncer o precáncer, los y las participantes se sometían a cirugía y su tratamiento se basaba en las recomendaciones actuales.

Además, el estudio incluyó a un grupo de personas con enfermedades pancreáticas y un grupo de personas sanas para hacer la comparación con las personas del grupo de alto riesgo. Las personas con enfermedades pancreáticas incluyeron a pacientes con cáncer de páncreas, quistes en el páncreas o pancreatitis (inflamación del páncreas) crónica. Las personas sanas eran pacientes con un páncreas sano que se sometieron a una endoscopia de la parte superior del aparato gastrointestinal (EGD, por sus siglas en inglés), colonoscopía de diagnóstico o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

Resultados del estudio

Estudio CAPS-5

Nueve participantes fueron diagnosticados con cáncer de páncreas detectado por medio de las pruebas de detección durante el estudio:

  • Siete tenían cáncer en etapa I:
    • 4 de 7 tenían antecedentes familiares de cáncer de páncreas sin una mutación hereditaria existente.
    • 2 de 7 tenían mutaciones hereditarias y antecedentes familiares de cáncer de páncreas (BRCA2, PALB2).
    • 1 de 7 tenía mutaciones hereditarias sin antecedentes familiares de cáncer de páncreas (CDKN2A).
  • Un participante tenía cáncer en etapa IIB:
    • Esta persona tenía antecedentes familiares de cáncer de páncreas sin una mutación hereditaria conocida.
  • Un participante tenía cáncer en etapa III:
    • Esta persona tenía una mutación hereditaria y antecedentes familiares de cáncer de páncreas (BRCA1).
  • Ocho tenían cáncer quirúrgicamente extirpable.
  • 7 de 9 participantes que fueron diagnosticados con cáncer de páncreas siguen con vida con una media de supervivencia de 3.84 años al momento en que se redactó este estudio.

Ocho participantes tuvieron cirugía por motivo de lesiones quísticas de importancia en el páncreas:

  • Tres tenían displasia de alto grado (precáncer con una probabilidad de convertirse en tumor canceroso).
  • Cinco tenían displasia de bajo grado (precáncer con una probabilidad baja de convertirse en tumor canceroso).

Una de las personas que había interrumpido la vigilancia presentó síntomas y cuatro años después recibió el diagnóstico de cáncer de páncreas en etapa IV.

Estudios CAPS1-5 combinados

Desde 1998, año en que inició el estudio, 26 participantes han sido diagnosticados con cáncer de páncreas.

  • 38.5 % tenían una mutación hereditaria conocida.
  • 19 tenían algún tipo de cáncer que fue diagnosticado por medio de pruebas de detección, de los cuales:
    • 57.9 % de etapa I.
    • 15.8 % de etapa II.
    • 21.1 % de etapa III.
    • 5.2 % de etapa IV.
  • Siete tenían algún tipo de cáncer que se diagnosticó fuera del periodo de vigilancia, de los cuales 85.7 % eran de etapa IV.
  • Los participantes con cáncer de páncreas diagnosticado por las pruebas de detección presentaban una supervivencia general de 5 años de 73.3 % (en comparación con el 5 y 10 % de participantes cuyo cáncer había sido diagnosticado fuera del periodo de vigilancia).

Fortalezas y limitaciones

Fortalezas

  • Este es un estudio clínico interdisciplinario de fase III,   realizado en varios centros clínicos, que lleva en progreso más de 20 años.
  • El estudio incluye a personas con diferentes mutaciones y antecedentes familiares asociados con un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas.

Limitaciones

  • El periodo de seguimiento de cohortes del estudio CAPS-5 fue corto (una mediana de 4 años), por lo que es difícil formar conclusiones sobre la supervivencia a largo plazo para este grupo. Se necesita un periodo de seguimiento más amplio para entender completamente los beneficios del ultrasonido endoscópico y de la vigilancia basada en RM en personas con alto riesgo y para evaluar la utilidad de las pruebas de biomarcadores en sangre en la detección temprana de la enfermedad.
  • Durante todo el programa CAPS, se diagnosticó una cantidad relativamente pequeña de casos de cáncer de páncreas (26). Este tamaño de muestra pequeño limita la confiabilidad de los resultados. Conforme más personas sean diagnosticadas con cáncer de páncreas por medio de pruebas de detección y reciban seguimiento a largo plazo, se tornarán más evidentes los patrones de las etapas en las que se realice el diagnóstico y los índices de supervivencia.
  • Las personas que participaron fueron en su mayoría de raza blanca (94.5 %), por lo que los resultados no se pueden generalizar para diferentes poblaciones.

Contexto

En años recientes, las pruebas de detección de cáncer de páncreas han demostrado resultados prometedores para diagnosticar la enfermedad en etapas iniciales, cuando es más tratable. Sin embargo, esa conclusión se basa en pocos estudios y en pocos casos de cáncer de páncreas debido a que este tipo de cáncer es relativamente raro aun en poblaciones de alto riesgo. Además, la mayoría de estos estudios no tienen aún resultados de seguimiento a largo plazo, lo que hace complicado predecir de qué forma las pruebas de detección afectan la supervivencia a largo plazo.

La evidencia actual de los estudios CAPS y de otros estudios permite suponer que las pruebas de detección pueden tener beneficios para las personas de alto riesgo y que los resultados del estudio más reciente probablemente sirvan de base para modificar las directrices de las pruebas de detección para esta población. La Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal (ASGE) publicó una nueva directriz a principios de 2022 que recomienda que las personas con alto riesgo de padecer esta enfermedad se realicen pruebas de detección de cáncer de páncreas. La ASGE fundamenta su directriz en estudios realizados en este campo que demostraron que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en grupos de alto riesgo se asociaron con el diagnóstico temprano de la enfermedad, mejores resultados de supervivencia y menos eventos adversos.

Conclusiones

Este estudio confirma que las pruebas de detección de cáncer de páncreas en personas asintomáticas y con alto riesgo pueden resultar en la detección temprana de la enfermedad y mejores resultados de supervivencia. Los resultados pueden servir de base para modificar las directrices nacionales concernientes a las pruebas de detección para las poblaciones con alto riesgo desde “considerar una prueba de detección” a “se recomienda realizarse una prueba de detección”.

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