REVISIÓN EN PROFUNDIDAD DE LA INVESTIGACIÓN
Antecedentes del estudio
Comprender la frecuencia de las mutaciones heredadas en genes que predisponen al cáncer es útil para orientar el cribado genético. Las personas con una mutación hereditaria tienen diferentes opciones de vigilancia y prevención que deben considerar con sus médicos. Para quienes desarrollan cáncer, una mutación hereditaria puede alterar las opciones de tratamiento y el riesgo de recurrencia.
El estudio Cancer Risk Estimates Related to Susceptibility (CARRIERS) analizó a un grupo de 32,247 mujeres con cáncer de mama para determinar la frecuencia de mutaciones perjudiciales (patógenas o probablemente patógenas) en comparación con 32,544 mujeres sin cáncer de mama. Las mujeres se inscribieron independientemente de si tenían antecedentes familiares de cáncer o no. Los investigadores descubrieron que el 5.03 % de las mujeres con cáncer de mama presentaban una mutación hereditaria asociada al riesgo de cáncer de mama, mientras que solo el 1.63 % de las mujeres sin cáncer de mama tenían una de estas mutaciones. Se trata de un estudio exhaustivo y definitivo.
Las mutaciones heredadas en los genes BRCA1 y BRCA2 se relacionaron con una elevada probabilidad de padecer cáncer de mama, más de siete veces superior a la de las personas sin mutaciones heredadas en estos genes. Las mutaciones en PALB2 se relacionaron con un riesgo de cáncer de mama cuatro veces superior al de las mujeres sin mutaciones en PALB2. Las mutaciones en los genes BARD1, RAD51C y RAD51D se relacionaron con un mayor riesgo de cáncer de mama RE negativo y triple negativo, mientras que las mutaciones en los genes ATM, CHD1 y CHEK2 se relacionaron con un mayor riesgo de cáncer de mama RE positivo.
Las mujeres negras de Estados Unidos tienen más probabilidades de que se les diagnostique cáncer de mama a una edad temprana (antes de los 50 años) o cáncer de mama con receptores de estrógenos negativos (RE negativos) o triple negativo (CMTN) que las mujeres blancas no hispanas. Se desconocía si estas diferencias se debían a las distintas tasas de mutaciones hereditarias o a otros factores.
Las investigaciones demuestran que las mujeres negras tienen menos probabilidades de someterse a pruebas genéticas, menos probabilidades de ser derivadas para someterse a pruebas genéticas y menos acceso a la atención sanitaria, entre otros obstáculos como las diferentes tasas de acceso a seguros, los intervalos más largos entre cribados y las tasas más bajas de seguimiento
Una cuestión pendiente en este estudio era si la frecuencia de las mutaciones hereditarias varía entre los distintos grupos raciales.
Dado que el estudio CARRIERS contó con un gran número de participantes, entre ellas un número considerable de mujeres negras, fue posible formular esta pregunta y tener confianza estadística en el resultado. Los investigadores analizaron la raza declarada por las propias mujeres con cáncer de mama que participaron en el estudio y, a continuación, determinaron la frecuencia de mutaciones nocivas en mujeres blancas y negras.
Los investigadores de este estudio querían saber
Los investigadores querían saber si existía una diferencia en la frecuencia de mutaciones hereditarias vinculadas a un mayor riesgo de cáncer de mama entre las mujeres blancas y negras.
Poblaciones analizadas en este estudio
Este estudio evaluó información sobre 3,946 mujeres negras y 25,287 mujeres blancas no hispanas con cáncer de mama del estudio CARRIERS. Estas mujeres se inscribieron entre junio de 1993 y junio de 2020, independientemente de sus antecedentes familiares o de la edad en el momento del diagnóstico de cáncer de mama, y declararon su raza y etnia. Entre las participantes, la edad promedio de las mujeres negras era de 56 años y la de las mujeres blancas era de 62 años. Las mujeres negras y blancas incluidas en este estudio no eran hispanas.
Todas las mujeres participaron en uno de los 12 estudios que se incluyeron en el estudio CARRIERS [the Black Women's Health Study (HBWS), the Cancer Prevention Study II (CPSII), the California Teachers Study (CTS), the Multiethnic Cohort Study (MEC), the Nurses' Health Study (NHS), the Nurses' Health Study II (NHSII), the Women's Health Initiative (WHI), the Cancer Prevention Study (CPS3), Mayo Mammography Health Study (MMHS), the Mayo Clinic Breast Cancer Study (MCBCS), the Women's Circle of Health Study (WCHS) and the Wisconsin Women's Health Study (WWHS)].
Diseño del estudio
Los investigadores analizaron el ADN de cada participante para detectar la presencia de mutaciones hereditarias en cualquiera de los 37 genes de riesgo de cáncer conocidos o potenciales. Se evaluaron doce genes relacionados con un elevado riesgo de cáncer de mama, entre ellos ATM, BARD1, BRCA1, BRCA2, CDH1, CHEK2, NF1, PALB2, PTEN, RAD51C, RAD51D y TP53.
Los investigadores compararon primero la frecuencia de todas las mujeres negras con una mutación hereditaria en un gen del cáncer de mama con la frecuencia de todas las mujeres blancas con una mutación hereditaria. Luego, buscaron cualquier diferencia en la frecuencia de mutaciones heredadas en los dos grupos en función de la edad o el estado del receptor de estrógenos del cáncer de mama.
Resultados del estudio
- Las mujeres negras y las mujeres blancas tienen una probabilidad similar de tener una mutación hereditaria en un gen que aumenta el riesgo de cáncer de mama.
- 223 de 3,946 mujeres negras (5.65 %) tenían una mutación hereditaria en un gen de alto riesgo de cáncer de mama.
- 1,279 de 25,287 mujeres blancas (5.06%) tenían una mutación hereditaria en un gen de alto riesgo de cáncer de mama.
- Estas frecuencias son estadísticamente similares.
- La probabilidad de tener una mutación hereditaria en un gen concreto que aumenta el riesgo de cáncer de mama difería entre las mujeres negras y las blancas. Las mujeres negras tenían menos probabilidades de presentar una mutación en CHEK2 y más probabilidades de presentar una mutación en BRCA2 o PALB2 que las mujeres blancas no hispanas.
- El 0.35 % de las mujeres negras tenían una mutación en CHEK2.
- El 1.29 % de las mujeres blancas tenían una mutación en CHEK2.
- El 1.8 % de las mujeres negras tenían una mutación en BRCA2.
- El 1.24 % de las mujeres blancas tenían una mutación en BRCA2.
- El 1.1 % de las mujeres negras tenían una mutación en PALB2.
- El 0.4 % de las mujeres blancas tenían una mutación en PALB2.
- Las mujeres blancas y negras tenían una probabilidad similar de presentar una mutación en ATM, BRCA1, BARD, CDH1, NBN, NF1, RAD51C, RAD51D o TP53.
- No hubo diferencias en la frecuencia de mutaciones heredadas entre mujeres blancas y negras en función del estado del receptor de estrógenos.
- Entre las mujeres con cáncer de mama ER-positivo:
- El 4.38 % de las mujeres negras tenían una mutación hereditaria.
- El 4.38% de las mujeres blancas tenían una mutación hereditaria.
- Entre las mujeres con cáncer de mama RE negativo:
- El 9.28 % de las mujeres negras tenían una mutación hereditaria.
- El 8.08 % de las mujeres blancas tenían una mutación hereditaria.
- No hubo diferencias en la frecuencia de mutaciones hereditarias entre mujeres negras y blancas no hispanas diagnosticadas antes de los 50 años.
- El 8.83 % de las mujeres negras tenían una mutación hereditaria.
- El 10.04 % de las mujeres blancas tenían una mutación hereditaria.
Este estudio indica que no hay diferencias en la tasa de mutaciones hereditarias entre mujeres blancas y negras. Aunque las tasas generales de mutaciones fueron las mismas, se observaron diferencias en la tasa de mutaciones de algunos genes individuales; las mutaciones BRCA2 y PALB2 se observaron con más frecuencia en las mujeres negras y las mutaciones CHEK2 se observaron con menos frecuencia.
Puntos fuertes y limitaciones
Puntos fuertes
- Se trata de un estudio amplio en el que participaron 29,233 mujeres (3,946 negras no hispanas y 25,287 blancas no hispanas). Esto permite a los investigadores confiar en sus conclusiones.
- Las participantes no fueron seleccionadas en base a sus antecedentes familiares de cáncer ni de la edad en el momento del diagnóstico. En otras palabras, podían tener o no antecedentes familiares de cáncer y podían haber sido diagnosticadas a cualquier edad. Este es un buen enfoque para reducir el sesgo de selección. (El sesgo de selección se produce cuando los grupos difieren debido a factores distintos de los estudiados).
- Se realizó un cuidadoso análisis estadístico para determinar si existían diferencias entre los grupos.
Limitaciones
- Faltaba información sobre los antecedentes familiares y el estado de los receptores de los cánceres de mama de algunas participantes.
- El número de mujeres con mutaciones en algunos genes (por ejemplo, RAD51C y RAD51D) fue pequeño, lo que limitó las conclusiones que se pudieron extraer.
- Este estudio se centró únicamente en mujeres negras y blancas. No se proporcionó información sobre mujeres hispanas, indígenas, de las islas del Pacífico o asiáticoamericanas.
- Este estudio solo analizó a mujeres con cáncer de mama. No se analizó la frecuencia de mutaciones entre las mujeres sin cáncer de mama en el estudio CARRIERS original. La comparación entre mujeres negras con y sin cáncer de mama y mujeres blancas con y sin cáncer de mama puede ser informativa.
Contexto
Este estudio analiza en mayor profundidad los hallazgos del estudio CARRIERS observando las mutaciones hereditarias entre las mujeres negras y las mujeres blancas. Se basa en la observación previa de que alrededor del 5 % de las mujeres con cáncer de mama en EE. UU. tienen una mutación hereditaria en un gen del cáncer. Las mujeres negras son diagnosticadas a edades más tempranas y con mayor frecuencia de cáncer de mama con RE negativo. Se sabe que la derivación a pruebas genéticas y el acceso a la atención médica es menor entre las mujeres negras que entre las blancas. Se desconocía la contribución de las diferencias genéticas entre las mujeres negras a esta desigualdad. Este estudio indica que la raza no es útil para determinar quién debe someterse a pruebas genéticas. En su lugar, otros factores como los antecedentes familiares o la edad en el momento del diagnóstico (ambos predictores bien descritos de mutaciones hereditarias) deberían guiar la derivación a pruebas genéticas.
Conclusiones
En este estudio no se observaron diferencias en la tasa de mutaciones hereditarias entre las mujeres blancas y negras. Las mujeres blancas y negras sí presentaban una frecuencia diferente de mutaciones en unos pocos genes individuales: Las mutaciones BRCA2 y PALB2 fueron más frecuentes en las mujeres negras y las mutaciones CHEK2 fueron menos frecuentes.
Los investigadores del estudio concluyeron que la raza no debería ser una consideración independiente a la hora de realizar pruebas genéticas. Además, sugirieron que el racismo sistémico, más que las diferencias genéticas, puede explicar las disparidades raciales en los diagnósticos de cáncer de mama en mujeres negras.