Estudio: Una nueva prueba de sangre puede ayudar a detectar el cáncer de mama en fase inicial en pacientes que tienen mayor riesgo de recaída

¿Cuáles pacientes con cáncer de mama en fase inicial corren mayor riesgo de tener una recaída? Las pruebas para predecir el riesgo de recaída serían útiles para encontrar a personas que necesitan más supervisión después del tratamiento, así como para identificarlas y tratarlas oportunamente. Este estudio analizó si una prueba de sangre para detectar ADN tumoral (llamado ADN tumoral circulante o ctDNA) es útil para identificar a personas con riesgo de recaída con más anticipación que en la práctica clínica actual. (Publicado 4/11/19)

RELEVANCIA

Este artículo es de mayor interés para: Personas con cáncer de mama en fase inicial.

También es de interés para:

  • Personas con cáncer de mama ER/PR+
  • Personas con cáncer de mama HER2+

Relevancia: Media-alta

Validez científica: Media-alta

Línea de tiempo: Investigación en humanos

Detalles de calificación de relevancia

¿De qué se trata el estudio?

Si una prueba de ctDNA puede ser útil para detectar a pacientes que tienen un mayor riesgo de una recaída.

¿Por qué es importante este estudio?

Este estudio analiza si una prueba de detección de ctDNA puede predecir cuáles pacientes con cáncer de mama en fase inicial tendrán una recaída. Una prueba que predice el riesgo de una recaída antes de que el cáncer sea clínicamente detectable podría permitir brindar tratamiento temprano o quizá diferente, y puede aumentar el índice de supervivencia.

Resultados del estudio

  1. La detección de ctDNA en la sangre fue un sólido indicador de riesgo de recaída entre las participantes del estudio. Las pacientes a quienes se les detectó ctDNA después del tratamiento inicial fueron 25 veces más propensas a tener una recaída que las pacientes a quienes no se les detectó ctDNA después del tratamiento inicial.
  2. La detección de ctDNA fue útil para predecir el riesgo de recaída en todos los subtipos de cáncer de mama analizados (HER positivo, HER negativo y triple negativo).
  3. La detección de ctDNA antes de una cirugía u otro tratamiento también se relacionó con el riesgo de recaída. Las pacientes a quienes se les detectó ctDNA antes del tratamiento fueron casi 6 veces más propensas a recaer que las pacientes a las que no se les detectó al momento del diagnóstico.
  4. Era más probable detectar ctDNA en metástasis en lugares del cuerpo distintos del cerebro que en metástasis cerebral. En este estudio, el ctDNA no ayudó a identificar a pacientes cuya única metástasis ocurrió en el cerebro.
  5. Si bien el ctDNA parece ser un buen indicador de cuáles pacientes sufrirán una recaída, a 25 % de las pacientes que recayeron no se les detectó ctDNA en este estudio. La ausencia de ctDNA no descarta el riesgo de recaída.