Estudio: Resultados prometedores, aunque prematuros, para personas con cáncer de recto con deficiencia de reparación de desajuste de ADN

Un pequeño estudio de investigación puso a prueba la utilidad del fármaco de inmunoterapia llamado dostarlimab para tratar cáncer de recto localmente avanzado con un biomarcador conocido como “dMMR” (deficiencia de reparación de desajuste de DNA). Ninguno de los participantes presentó cáncer evidente seis meses después; algunos permanecieron sin cáncer durante hasta 25 meses. Muchos participantes padecían síndrome de Lynch. Es posible que la extraordinaria reacción a este tratamiento permita a las personas que padecen este subtipo de cáncer de recto en particular evitar someterse a cirugía del recto que potencialmente puede cambiarles la vida. (Publicado el 14/11/22)

RELEVANCIA

Este artículo es de mayor interés para: Personas con cáncer de recto con una alta carga mutacional tumoral o problemas de reparación de desajustes, incluidas personas con síndrome de Lynch.

También es de interés para:

  • Personas con una mutación genética relacionada con el riesgo de padecer cáncer
  • Personas con cáncer metastásico o cáncer en etapa avanzada
  • Personas recién diagnosticadas con cáncer
  • Personas con antecedentes familiares de cáncer
  • Personas con cáncer colorrectal

Relevancia: Media-alta

Validez científica: Alta

Línea de tiempo: Investigación en humanos

Detalles de calificación de relevancia

RESUMEN SOBRE EL ESTUDIO

¿De qué se trata el estudio?

En este estudio se pone a prueba la utilidad de un fármaco de inmunoterapia (dostarlimab, inhibidor de puntos de control inmunitario anti-PDL1) para tratar un tipo de cáncer de recto en etapa 2 o 3 antes de recurrir a otros tratamientos o cirugía (terapia neocomplementaria). El objetivo era controlar el cáncer y reducir la necesidad de someterse a cirugía.

¿Por qué es importante este estudio?

Las personas con cáncer de recto localmente avanzado (etapa 2 o 3) normalmente se someten a quimioterapia y a radiación, seguidas de cirugía. Estos tratamientos pueden tener efectos secundarios graves y la cirugía de recto puede cambiarles la vida por completo. A menudo se requiere una colostomía, procedimiento mediante el cual el colon del paciente se conecta permanentemente con una abertura artificial a fin de que las heces se movilicen a una bolsa adherida al cuerpo. El descubrimiento de un tratamiento que permitiera que las personas evitaran someterse a cirugía representaría una inmensa mejoría en su calidad de vida.

Un tipo de fármacos de inmunoterapia conocidos como inhibidores de puntos de control inmunitario han demostrado resultados prometedores. Estos fármacos han demostrado su eficacia en el tratamiento de cánceres con deficiencia de reparación de desajuste de ADN (dMMR, por sus siglas en inglés) o con inestabilidad microsatelital alta (MSI-H, por sus siglas en inglés). Menos del 10 % de los cánceres de recto son dMMR o MSI-H, pero los cánceres de este tipo son comunes en personas con síndrome de Lynch. 

Los inhibidores de puntos de control inmunitario han sido útiles para tratar otros tipos de cánceres dMMR y varios están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para utilizarse en cánceres avanzados con este tipo de biomarcador específico. En este estudio, los investigadores evaluaron si el inhibidor de puntos de control inmunitario, dostarlimab (nombre comercial Jemperli), beneficiaría a pacientes con cáncer de recto dMMR antes de proponer cualquier otro tratamiento tradicional.

Resultados del estudio

Diseño del estudio
En este estudio participaron 16 personas con cáncer de recto dMMR confirmado en etapa 2 o 3. El cáncer de 94 % de los participantes se había diseminado a los ganglios linfáticos (etapa 3). Los participantes recibieron una inyección de dostarlimab cada tres semanas durante seis meses (nueve inyecciones en total). Dado que la investigación se encuentra en fase inicial, no se incluyó un grupo de comparación y a todos los participantes se les administró el fármaco. Este tratamiento se administró antes que cualquier otro tratamiento.  Se tenía previsto que los pacientes hicieran la transición de dostarlimab a quimioterapia, radiación y cirugía si no lograban una remisión clínica completa.

Cuando se publicó este artículo, cuatro participantes aún estaban en tratamiento de dostarlimab y no se contaba con sus resultados. Los resultados iniciales del estudio se centraron en los primeros 12 participantes que habían finalizado el tratamiento y éstos se mantuvieron en observación durante otros seis meses o más al momento de esta publicación.

Los investigadores recurrieron a múltiples pruebas para detectar cáncer en cada participante. Antes del tratamiento, cada participante se sometió a:

  • un examen digital del recto.
  • una endoscopía del recto (inserción de un tubo con una cámara en el recto). Si se detectaba cáncer, se hacía una biopsia para determinar la etapa del tumor.
  • una resonancia magnética del recto.
  • una tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa (FDG-PET, por sus siglas en inglés) y una tomografía computarizada (TC) de tórax, pelvis y abdomen.

Seis semanas después de iniciar el tratamiento, los participantes se sometieron a otro examen digital y endoscópico únicamente con biopsia.  Todas las pruebas arriba mencionadas se repitieron a los tres y a los seis meses a partir del inicio del tratamiento, y cada cuatro meses a partir de entonces.

Los cánceres de recto desaparecieron con el tratamiento de dostarlimab.

  • Ninguno de los pacientes (0 de 12, 0 %) presentó cáncer después del tratamiento con dostarlimab, de acuerdo con los exámenes realizados.
    • El periodo de seguimiento más corto fue de 6 meses más.
    • El periodo de seguimiento más largo fue de 25 meses más.
    • No se detectó cáncer en ningún paciente durante el periodo del estudio (o hasta ahora, de acuerdo con reportes posteriores).
       
  • Ningún participante tuvo que someterse a cirugía rectal, quimioterapia o tratamientos con radiación.
     
  • No se reportaron eventos adversos graves.
    • Algunos participantes presentaron efectos secundarios menos graves, como irritación cutánea, náuseas y fatiga.