Estudio: Medicamentos para fortalecer los huesos: disminución del riesgo de fracturas causadas por los tratamientos contra el cáncer de próstata metastásico
Los problemas óseos, en especial las fracturas, son frecuentes en pacientes que padecen cáncer de próstata avanzado. Para prevenirlas, diferentes pautas recomiendan usar agentes para fortalecer los huesos durante el tratamiento. La importancia de administrar a los pacientes un agente para fortalecer los huesos durante el tratamiento contra el cáncer de próstata metastásico resistente a la castración y la metástasis ósea se confirmó en los resultados iniciales de un estudio fase III en curso. (Publicado 5/11/2021)
RELEVANCIA
Este artículo es de mayor interés para: Personas con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración.
También es de interés para:
- Personas con cáncer metastásico o cáncer en etapa avanzada
- Personas con cáncer de próstata


Relevancia: Media-alta


Validez científica: Alta


Línea de tiempo: Investigación en humanos
¿De qué se trata el estudio?
El estudio PEACE-III es un estudio en curso que evalúa el efecto favorable del uso solamente de enzalutamida (un tipo de tratamiento hormonal) o en combinación con dicloruro de radio-233 (una forma moderadamente radioactiva del radio) para tratar el cáncer de próstata metastásico resistente a la castración (CPRCm) que se diseminó a los huesos. Los resultados iniciales presentados en la reunión celebrada en 2021 de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) demostraron que la incorporación de un agente para fortalecer los huesos (BPA, por sus siglas en inglés) (p. ej., ácido zoledrónico o denosumab) al tratamiento solamente con enzalutamida o en combinación con radio-233 casi eliminó el riesgo de fracturas. Si bien el estudio PEACE-III está en curso y aún se desconocen los resultados de enzalutamida en combinación con radio-233 en el tratamiento contra el cáncer de próstata, lo que está claro es que el BPA será un componente clave en el manejo de las fracturas durante este tipo de tratamientos.
¿Por qué es importante este estudio?
Si bien se ha observado un aumento en el índice de cáncer de próstata, los tratamientos contra esta enfermedad han mejorado enormemente. Los tratamientos mejorados dan como resultado un aumento de los índices de calidad de vida y supervivencia. Sin embargo, algunos de estos tratamientos pueden causar el debilitamiento de los huesos del paciente, lo que deriva en un mayor riesgo de fractura. Por este motivo, el tema de la salud ósea se ha vuelto una de las consideraciones más importantes para los hombres que están en tratamiento contra el cáncer de próstata. Asimismo, existe la necesidad apremiante de prestar más atención a la salud ósea de los hombres que reciben tratamientos contra el cáncer de próstata. El estudio incluye resultados sobre cómo la incorporación de un agente para fortalecer los huesos (BPA) es importante para los tratamientos que podrían afectar la salud ósea.
Cáncer de próstata y metástasis ósea
Los pacientes con cáncer de próstata metastásico inicialmente recibieron tratamiento médico o quirúrgico de privación de andrógenos con el objetivo de disminuir los niveles de andrógenos producidos en los testículos. Sin embargo, la mayoría de los pacientes presentan lo que se conoce como cáncer de próstata resistente a la castración (CPRC). Por lo general, el CPRCm tiene un pronóstico poco favorable con un índice de supervivencia muy bajo.
Los huesos es el sitio más frecuente al que se disemina (lo que se conoce como metástasis) el cáncer de próstata. En los pacientes con cáncer de próstata metastásico, más del 90 % tenía metástasis ósea (en los huesos), que además de afectar la calidad de vida causa un nivel de dolor significativo y también reduce el índice de supervivencia general. Casi la mitad de los pacientes con CPRCm presentaron dolor óseo significativo y complicaciones óseas como fracturas o ambos.
Los tratamientos tradicionales para los pacientes con CPRC y metástasis ósea, incluyendo los inhibidores de andrógenos y la radioterapia interna, pueden debilitar los huesos y aumentar el riesgo de fracturas.
PEACE-III
El estudio PEACE-III es un estudio aleatorizado de fase III que compara el uso de solamente enzalutamida (un inhibidor de andrógenos) con el uso de enzalutamida más dicloruro de radio-223 (un tipo de radioterapia interna que se administra vía intravenosa) para tratar a pacientes con cáncer de próstata con metástasis ósea. El propósito de los investigadores es determinar si la incorporación de radio-223 a enzalutamida mejora los resultados para estos pacientes. Es importante observar que el tratamiento combinado de enzalutamida y Ra-233 no es un tratamiento de referencia aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) y en la actualidad no se utiliza fuera del entorno de los estudios clínicos.
El radio-233 se administra vía intravenosa con el fin de que la radiación llegue directamente al hueso; un proceso similar a la absorción del calcio. Es importante mencionar que se ha demostrado que el radio-233 reduce el dolor y prolonga la supervivencia en hombres con cáncer de próstata con metástasis ósea. Si bien la enzalutamida disminuye los niveles de hormonas masculinas y ayuda a prevenir la reaparición del cáncer de próstata, también puede causar disminución de la masa ósea y osteoporosis.
Un estudio anterior con un diseño similar al PEACE-III demostró que la combinación de radio-233 con una terapia de privación de andrógenos (abiraterona) aumentó significativamente el índice de fracturas. Con base en esta observación, los agentes para fortalecer los huesos (BPA) eran obligatorios para todos los pacientes del estudio PEACE-III independientemente del grupo de estudio al que habían sido asignados.
Asimismo, a los pacientes del PEACE-III se les administró ya sea ácido zoledrónico (un bifosfonato) o denosumab (un anticuerpo monoclonal). Ambos medicamentos son agentes para fortalecer los huesos que previenen las fracturas.
Resultados del estudio
Un total de 267 hombres con CPRCm recién diagnosticado fueron asignados al azar a uno de dos grupos:
- uso solamente de enzalutamida (133 pacientes)
- uso de enzalutamida más radio-233 (134 pacientes)
136 pacientes en el estudio PEACE-III recibieron los agentes para fortalecer los huesos (BPA) de forma obligatoria (p. ej., ácido zoledrónico o denosumab) independientemente de que estuvieran en el grupo solamente con enzalutamida o en el grupo con enzalutamida más radio-233.
A los 12 meses:
- En los pacientes del grupo con enzalutamida más radio-233, 37 % que no recibieron un BPA presentaron fracturas en comparación con 3 % que sí recibieron un BPA.
- A los 12 meses, los pacientes en el grupo solamente con enzalutamida, 16 % que no recibieron un BPA presentaron fracturas en comparación con 3 % que sí recibieron un BPA.
Los resultados a los 24 meses fueron similares:
- En los pacientes del grupo con enzalutamida más radio-233, 52 % que no recibieron un BPA presentaron fracturas en comparación con 4 % que sí recibieron un BPA.
- A los 12 meses, los pacientes en el grupo solamente con enzalutamida, 22 % que no recibieron un BPA presentaron fracturas en comparación con 3 % que sí recibieron un BPA.
El análisis actualizado del estudio PEACE-III confirma que en caso de no administrarse los BPA, el riesgo de fractura es significativamente mayor cuando se incorpora radio-233 a enzalutamida. Sin embargo, el riesgo se eliminó casi por completo con el uso de los BPA, hecho que destacó la importancia de la administración de estos agentes a los pacientes con CPRCm.
En este punto, no se había reportado información de resultados para el estudio PEACE-III sobre la forma en la que la enzalutamida con o sin radio-233 afecta la progresión del cáncer de próstata.
Fortalezas y limitaciones
Fortalezas:
- El análisis actualizado confirma que la incorporación de radio-223 al inhibidor de andrógenos enzalutamida aumenta el riesgo de fractura.
- El estudio muestra que la incorporación de un BPA (p. ej., ácido zoledrónico o denosumab) al tratamiento con radio-233 puede disminuir de manera eficaz el riesgo de fractura.
Limitaciones:
- Este es un estudio en curso, por lo que tendrá que pasar un tiempo antes de que podamos saber si la combinación de enzalutamida con radio-223 mejora los resultados del cáncer.
- No se informó sobre la diversidad racial o étnica de los participantes. La respuesta al tratamiento puede diferir por raza u origen étnico.
- Se necesita más investigación para determinar el tiempo ideal para los pacientes que deben considerar el tratamiento combinado con un BPA.