Estudio: Las vacunas personalizadas pueden ayudar al tratamiento contra el cáncer de páncreas

Por lo general, el cáncer de páncreas se diagnostica en una etapa avanzada cuando los pacientes tienen ya muy pocas opciones de tratamiento.  Los primeros resultados del estudio demostraron que una vacuna contra el cáncer de páncreas retrasó la reaparición de la enfermedad en casi la mitad de los participantes. (Publicado el 29/8/23)

RELEVANCIA

Este artículo es de mayor interés para: Personas con cáncer de páncreas que tienen tumores que se pueden extirpar (es decir, quitar) con una cirugía.

También es de interés para:

  • Personas recién diagnosticadas con cáncer
  • Personas con cáncer de páncreas

Relevancia: Media-alta

Validez científica: Media-alta

Línea de tiempo: Investigación en humanos

Detalles de calificación de relevancia

¿De qué se trata el estudio?

En este estudio, que incluyó una pequeña cantidad de participantes, se sometió a prueba una vacuna personalizada para tratar el cáncer de páncreas. La vacuna se elaboró de forma individual para los pacientes con base en los rasgos específicos de su cáncer. La vacuna se administró en conjunto con la quimioterapia estándar y un medicamento que afecta al sistema inmunitario. El equipo de investigadores se enfocó en los pacientes que se sometieron a cirugía para extirpar el cáncer de páncreas, con la expectativa de aumentar el tiempo antes de la reaparición del cáncer y a la par mejorar la supervivencia del paciente.

¿Por qué es importante este estudio?

En general, el cáncer de páncreas tiene niveles bajos de supervivencia y es la tercera causa de muertes por cáncer en Estados Unidos.  Se ha observado un aumento de los casos de cáncer de páncreas tanto en Estados Unidos como en el mundo. Es necesario mejorar los tratamientos, ya que son pocos los tratamientos que son efectivos.

Un enfoque de tratamiento prometedor es la inmunoterapia, que usa la respuesta del sistema inmunitario del cuerpo para atacar las células cancerosas. Las vacunas pueden mejorar la habilidad del sistema inmunitario de encontrar y destruir las células cancerosas. Sin embargo, en los estudios realizados hasta la fecha la inmunoterapia no ha demostrado ser un buen tratamiento contra el cáncer de páncreas.

Los investigadores querían analizar si podían crear una vacuna (con base en los procesos relativamente nuevos que se utilizaron para elaborar las vacunas contra el COVID) que aumente la cantidad de células específicas del sistema inmunitario conocidas como CD8+ en los pacientes con cáncer de páncreas. Esta vacuna utiliza el ARN mensajero o ARNm de las células cancerosas para ayudar a estimular al sistema inmunitario. El equipo de investigadores espera que esta vacuna desencadene una mejor respuesta inmunitaria al aumentar la cantidad de células T CD8+ que pueden atacar y destruir las células cancerosas.

Resultados del estudio

Dieciséis participantes con cáncer de páncreas se sometieron a cirugía para extirpar los rumores y recibieron tratamiento con una vacuna de ARNm, un medicamento para inmunoterapia y un curso de quimioterapia. 

La vacuna sí mejoró la respuesta del sistema inmunitario.

  • Después de tratamiento, la mitad (8 de 16) de las personas que recibieron la vacuna tenían mayor cantidad de células T CD8+. El equipo de investigadores clasificó a estos pacientes como "pacientes que respondieron al tratamiento", porque sus sistemas inmunitarios respondieron a la vacuna al generar más células inmunitarias que podían atacar las células del cáncer de páncreas. 

La vacuna prolongó el tiempo antes de la reaparición del cáncer.

  • En la mayoría de los pacientes que respondieron al tratamiento el cáncer no había regresado en los 18 meses después del tratamiento.
  • Al momento en que se publicó este artículo, algunos de los pacientes que respondieron al tratamiento todavía no tenían reaparición del cáncer.
  • En los pacientes que no respondieron al tratamiento (participantes cuya cantidad de células inmunitarias no aumentó después de la vacuna), el cáncer reapareció aproximadamente 11 meses después de que terminaron el tratamiento con la vacuna.
  • El retraso en la reaparición del cáncer estuvo estrechamente relacionada con la fuerza de la respuesta inmunitaria más que con otros factores, como las características de los propios pacientes, los medicamentos utilizados para quimioterapia o el tamaño del tumor.

En algunos casos, la respuesta inmunitaria duró hasta más de 2 años.
Los investigadores evaluaron la cantidad de células T CD8+ en los participantes en varias ocasiones después del tratamiento:

  • Los pacientes que respondieron al tratamiento tuvieron más células T CD8+ hasta por dos años después del tratamiento.
  • Las células T CD8+ pudieron atacar tanto a las células cancerosas en el páncreas como a las que se diseminaron a otras partes del cuerpo. Un paciente presentó metástasis en el hígado. Cuando se realizó la biopsia, se observó que el órgano estaba rodeado por muchas células T CD8+. Posteriormente, la metástasis no apareció en la tomografía computarizada (TC).

Los efectos secundarios asociados con la vacuna fueron mínimos.

  • Ninguno de los participantes presentó un evento adverso grave (grado 4 o 5) ni un evento adverso de riesgo vital.
  • Una persona presentó fiebre grave de grado 3 y presión arterial alta.

La mayoría de los participantes presentaron efectos secundarios de bajo grado, de los más frecuentes fueron escalofríos y fiebre relacionada con la vacuna y comezón relacionada con el medicamento para inmunoterapia.